lunes, 8 de octubre de 2007

Pasar de la lectura de nuestro código genético a la capacidad de escribirlo

El 'padre del genoma' Craig Venter anuncia la creación de un cromosoma artificial

  • Afirma que el objetivo es engendrar vida sintética con un 'genoma de diseño'
Actualizado domingo 07/10/2007 06:03 (CET)
ED PILKINGTON

WASHINGTON.- Craig Venter, el polémico investigador del ADN implicado en la carrera para descifrar el código genético humano, ha conseguido engendrar un cromosoma sintético a partir de elementos químicos en su laboratorio, como paso previo a la creación de la primera forma de vida artificial de la Tierra.

[Una portavoz del centro de investigación del científico, Heather Kowalski, matizó el sábado a EL MUNDO que "no estamos preparando ningún anuncio sobre vida sintética. Cuando este trabajo haya terminado, se escribirá un artículo científico y entonces haremos un anuncio público. Es probable que todavía pasen meses hasta que el doctor Venter realicen ese anuncio", informa Pablo Pardo desde Washington.]

Una vez que el hallazgo se publique oficialmente, no cabe duda de que despertará un acalorado debate sobre la ética relacionada con la creación de nuevas especies, y podría abrir las puertas a nuevas fuentes de energía y técnicas para combatir el calentamiento global.

Venter explicó que pensaba que este hito histórico sería "un paso muy importante en la historia de nuestra especie. Vamos a pasar de la lectura de nuestro código genético a la capacidad de escribirlo, algo que nos facilita la hipotética capacidad de hacer cosas jamás imaginadas hasta el momento".

De momento, un equipo de 20 de los mejores biólogos moleculares reunidos por Venter, y dirigido por el galardonado premio Nobel Hamilton Smith, ya ha creado un cromosoma sintético, una hazaña de virtuosa bioingeniería jamás lograda hasta ahora. Mediante el uso de sustancias químicas fabricadas en el laboratorio, han conseguido coser minuciosamente los fragmentos de un cromosoma de 381 genes de longitud, y que contiene 580.000 pares de bases de código genético.

La secuencia de ADN está basada en la bacteria Mycoplasma genitalium, que el equipo redujo a los elementos básicos necesarios para constituir vida, eliminando una quinta parte de su constitución genética. El cromosoma de reconstrucción genética total, que el equipo ha bautizado como Micoplasma laboratorium, fue marcado con tinta para su fácil reconocimiento.

A continuación, se trasplantó en la célula de una bacteria viva, y en la fase final del proceso, se espera que tome el control de la célula, y que por tanto se convierta en una nueva forma de vida. El equipo de científicos ya ha logrado transplantar con éxito el genoma de un tipo de bacteria en la célula de otra, cambiando así la especie de la célula. Venter aseguró tener "confianza al 100%" en que la misma técnica funcionará en el cromosoma creado de manera artificial.

Una portavoz de su centro matizó que el hallazgo aún tardará meses en publicarse en una revista científica


La nueva forma de vida dependerá de su capacidad de replicarse por sí misma y de metabolizar en la maquinaria molecular de la célula en la que haya sido inyectada, y en ese sentido, no será una forma de vida totalmente sintética. Sin embargo, su ADN será artificial, y es el ADN lo que controla la célula, y se cree que es la parte constructora de la vida.

Venter afirmó haber llevado a cabo una detallada revisión bioética antes de completar el experimento. "Creemos que se trata de buena ciencia", explicó. Además, ha acentuado la controversia que rodea a su potencial descubrimiento mediante la solicitud de una patente para la bacteria sintética.

Pat Mooney, director de la organización de bioética canadiense Grupo ETC, considera que este avance es un desafío inmenso para que la sociedad debata los riesgos implicados. "Los gobiernos y la sociedad en general están muy atrasados en este tema. Ésta es una voz de alarma: ¿qué significa crear nuevas formas de vida en una probeta?".

Explicó también que Venter estaba formando un "chasis sobre el que construirlo prácticamente todo. Podría ser una contribución a la Humanidad, mediante el desarrollo de nuevos fármacos, o una grave amenaza, si se utilizara para construir armas biológicas mortíferas". Venter cree que los genomas de diseño tienen un enorme potencial si se controlan adecuadamente.

A largo plazo, espera que puedan constituir fuentes de energía alternativa antes impensables. Según especula, podría ser posible crear bacterias sintéticas que ayudarían a limpiar el exceso de dióxido de carbono, contribuyendo así a solucionar el problema del calentamiento global, o producir combustibles como el butano o el propano, completamente a partir del azúcar.

El anunció de Venter ya suscitó el sábado algunas reacciones críticas. El genetista católico italiano Angelo Vescovi aseguró que el investigador estadounidense "no ha descubierto absolutamente nada nuevo" y que "no ve un Frankenstein a las puertas". En declaraciones a Radio Vaticano, este experto explicó que "lo que ha logrado es un organismo genéticamente modificado de algo que ya existía, no se trata de la creación de un nuevo organismo".

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