martes, 9 de octubre de 2007

Los números de la sangre

¿"Síndrome Vietnam" o "Síndrome negocios?: Cómo se mata y para qué se mata en Irak

Martes 09 de Octubre,
IAR Noticias /

Informe especial

Por Manuel Freytas

Megacorporaciones del Complejo Militar Industrial (armamentistas, tecnológicas y de servicios) petroleras, bancos y fondos de inversión de Wall Street: la clave de comprensión de la masacre programada en Irak que los analistas y medios del sistema denominan "guerra sectaria", o "violencia irracional", borrando del mapa a los actores económicos de la conquista militar.

A) Los "frentes de la muerte"

La Organización de las Naciones Unidas informó en enero pasado que más de 34.000 civiles iraquíes murieron en ataques violentos el año pasado, y las proyecciones de 2007 indican cifras parecidas, con el agregado de que en este año se incrementaron las muertes causadas por marines y mercenarios de ejércitos privados en estado de "paranoia", que disparan contra cualquier cosa que se mueva antes de preguntar.

Desde el punto de vista de la estadística diaria, en Irak se mata en cuatro frentes simultáneos:

A) La resistencia iraquí de origen suní, que dirige sus ataques contra las fuerzas ocupantes de EEUU y el aparato colaboracionista de la policía y el ejército iraquí.

B) Los escuadrones de la muerte controlados por clérigos y políticos chiíes desde el gobierno iraquí (como Moqtada Al Sadr, por ejemplo) que secuestran, torturan y ejecutan a militantes y ciudadanos de origen suni, cuyos cadáveres aparecen por decenas a diario en los barrios de Bagdad.

C) Las fuerzas de ocupación y sus colaboradores del ejército y la policía iraquí, así como los ejércitos privados de mercenarios, que ejecutan operaciones militares de represalia y de búsqueda de "búnkeres terroristas" en poblaciones civiles.

D) Los grupos islámicos infiltrados por la CIA que ejecutan atentados en instituciones, mezquitas y barrios, tanto chiíes como sunies, para alimentar el enfrentamiento armado y la guerra civil.

De estos cuatro "frentes de la muerte", y como ya lo demostró un reciente informe de la ONU, el 90% de las asesinatos son producidos por los escuadrones de la muerte, las redadas y represalias de las fuerzas ocupantes, aparatos de seguridad iraquí y mercenarios, y los atentados contra mezquitas instituciones y barrios, mientras que los ataques de la resistencia suní a los estadounidenses invasores y sus colaboradores locales, solo insumen el 10% de las muertes.

B) Las teorías de "interpretación"

¿Para qué se mata a diario en Irak?

Las causas de la masacre iraquí (cuyos número de muertos oscilan de 150.000 hasta un millón) ) varía según el cristal con que se lo mire o analice.

Para Bush y su administración, Irak es una especie de terminal de la "guerra contra el terrorismo islámico", en la cual EEUU se juega su supervivencia y está obligado a ganar.

Para la oposición a Bush, los demócratas y las cadenas mediáticas aliadas, Irak es una "guerra equivocada" producto de la locura de Bush, donde EEUU está siendo derrotado como en Vietnam.

Para la izquierda y los progresistas (motivados por consignas ideológicas "triunfalistas"), Irak es la "guerra de Bush", un ser monstruoso, demente y genocida, sólo comparable con Hitler, que está siendo derrotado en Irak.

Para la prensa y los analistas del sistema Irak es una "orgía de sangre y violencia irracional", donde todo se mezcla con todo, y el invasor resulta igual que el invadido.

C) La guerra y los negocios

¿Para qué se utiliza la masacre diaria y programada de Irak?

Para no perder la ilación estadística de los hechos, empecemos por donde comienzan siempre las guerras imperiales del capitalismo sionista (el dueño del Imperio norteamericano) : Por los negocios (léase, robo y depredación de mercados y de recursos naturales a escala global).

Según los decálogos de la ciencia estratégica militar, las guerras no se hacen para matar ni son irracionales (irracionales son los que creen ese mito), y su función básica consiste en controlar y/o dominar a un territorio y a un oponente, con el menor costo posible de daños y muertos.

Y ¿para qué el control y el dominio de un oponente por medio de una invasión militar como en Irak?

En términos reales y concretos, como es estadístico y verificable, y al margen de cualquier otra consideración geopolítica o estratégica, Irak fue una "guerra" inventada para hacer negocios. Como nunca en la historia, la economía capitalista y la geopolítica estratégica del Imperio se complementaron con la ocupación de Irak, en abril de 2003.

Greenspan, que no es ningún analista de izquierda, sino un gurú del sionismo financiero que controla los mercados mundiales desde Wall Street, acaba de afirmar que la invasión a Irak fue motivada por la conquista del petróleo.

Pero limitar la invasión de Irak solamente al petróleo es un reduccionismo que esconde a los otros actores del capitalismo trasnacional sionista que se están haciendo el festín del negocio en el Irak ocupado.

En el escenario de los números y de los muertos, cuando se habla del "fracaso de la estrategia militar" de EEUU en Irak, también hay que hablar del triunfo de los negocios del capitalismo sionista en el país ocupado, sino caemos en el irracionalismo de los analistas del sistema que separan a la guerra de los negocios, y la convierten en la obra de "locos y fundamentalistas".

Empecemos por describir para que le sirven las guerras de conquista militar al Imperio sionista capitalista norteamericano que controla el mundo desde el Complejo Militar Industrial, Wall Street y la Reserva Federal, los dueños reales de la Casa Blanca.

Con sus tropas y bases desplegadas en el país petrolero, EEUU cerró su dispositivo de control militar estratégico en Medio Oriente con proyección al Asia, y las corporaciones capitalistas del Complejo Militar y de Wall Street contaron con un nuevo enclave para hacer negocios, al costo de la muerte de 100 iraquíes y dos soldados USA por día.

Ese es precio de la guerra y de la conquista económica que los halcones sionistas de la Casa Blanca quisieran evitar, pero no pueden acuciados por la necesidad de mantener el dominio y el control militar.

D) Los usfructuadores de la conquista

Los muertos de Irak son cadáveres que poco interesan en las frías matemáticas de rentabilidad capitalista que guiaron la invasión militar de Bush y los halcones, más allá del mito de la "locura fundamentalista" utilizado para desviar la atención del verdadero objetivo que encubre la invasión militar.

Con las llamadas "guerras preventivas" iniciadas por los halcones tras el 11-S, no solamente se conquista militarmente sino que también se abren nuevos ciclos de expansión y ganancias capitalistas en los nuevos mercados sometidos con el argumento de la "guerra contraterrorista".

Como síntesis estratégica, las nuevas guerras de invasión y la carrera armamentista (como la de Irak y Afganistán) sirven, como motivación esencial, para engordar las ganancias de las megacorporaciones del Complejo Militar Industrial y de los bancos y fondos de inversión de Wall Street que lucran con los recursos naturales (principalmente el petróleo) y las "reconstrucciones" de los países conquistados.

La conquista militar, a su vez, es la llave de entrada para un descomunal negocio capitalista "multifuncional y diversificado", donde el Imperio moviliza toda su maquinaria de ganancia financiera, se apodera de los recursos naturales (principalmente petróleo), vende armas, tecnología, servicios de seguridad, y modela hábitos consumistas en la población más pudiente del país invadido (clases altas, medias altas) que se integran al negocio de las multinacionales de la música, el espectáculo y la "moda", tal como hoy sucede con las clases ricas de Bagdad.

Mientras en Irak, por ejemplo, la invasión militar destruyó las redes sociales solidarias de la comida, la vivienda, el trabajo y la atención médica (que regían durante el régimen de Saddam), las transnacionales desarrollaron un floreciente "mercado de consumo segmentado" entre las clases altas y medias altas (profesionales, políticos y empresarios) asociadas a la política de rapiña de la ocupación militar.

Como se puede apreciar, quedarse solamente en el petróleo o las armas, es un reduccionismo: Las conquistas militares como la de Irak movilizan un negocio totalizado para las trasnacionales del Imperio invasor estadounidense.

De manera tal, que detrás de cada país destruido por los misiles, aviones y tanques de última generación, siempre llega un "ejército" de lobbystas, consultores, expertos, ejecutivos, de las empresas transnacionales asociadas a la conquista imperial (armamentistas, petroleras, servicios, financieras, etc) con la misión de "reconstruir" lo que fue arrasado por los bombardeos genocidas, y explotar el mercado y los recurso naturales del país conquistado.

En Irak, en el mercado de "negocios diversificados" posibilitado por el genocidio militar de los halcones, intervienen tantas corporaciones trasnacionales que la "estrella naciente" es (así coinciden todos los expertos) el negocio de los "ejércitos privados" (tipo Blacwater) que contratan servicios tanto con el ejército invasor como con las empresas privadas asociadas a la ocupación.

Según un informe del Pentágono, julio de 2005, las empresas usufructuadoras del proceso de negocios instalado tras la ocupación militar en Irak invierten entre 25 y 30 por ciento de sus ingresos en vehículos acorazados y ejércitos privados para garantizar la seguridad de sus ejecutivos y empleados que, junto con los empleados civiles de las bases militares, conforman "un país dentro de otro país"

Además de los ejércitos privados y de las proveedoras de armas (Lockeed Martin, entre las primeras), en Irak las corporaciones contratistas que proveen servicios y alimentos hacen un negocio descomunal con las decenas de bases militares que cobijan a los 140.000 soldados ocupantes, y que tienen privatizadas sus áreas de provisión y mantenimiento.

A finales de 2006 había 55 bases estadounidenses en Irak, y el proceso de construcción de nuevas bases está muy adelantado junto con la construcción de importantes pistas de hormigón, comunicaciones, instalaciones y todo tipo de servicios para los soldados, que implican supermillonarios negocios para las constructoras y las tecnológicas que contratan con el Pentágono.

Aunque el secreto del Pentágono torna imposible determinar con exactitud las cantidades destinadas a la construcción de bases en Irak, los especialistas estiman que en estas bases especiales se ha gastado más de mil millones de dólares, que fueron a parar a los bolsillos de las trasnacionales de la área de la construcción y la tecnología.

“Estos colosales proyectos de construcción, que cuestan miles de millones de dólares, sugieren de manera contundente que sus autores consideran Irak como un Estado cliente y como una base para las operaciones militares estadounidenses en la región de Oriente Medio", señaló Ron Paul, congresista estadounidense republicano por Texas.

E) El petróleo, ese líquido oscuro y viscoso...

De acuerdo al marco regulatorio de la nueva ley en proyecto para el petróleo, ya aprobada por el parlamento iraquí, y que se pondrá en funcionamiento antes de fin de año, así como EEUU "legalizó" la ocupación militar con un gobierno de mayoría chií (aliado de la invasión) elegido en las urnas, de la misma manera, utiliza a esa administración y su parlamento para convertir en "ley" un proyecto diseñado por la embajada norteamericana y los representantes de las transnacionales del petróleo, las beneficiarias directas de la conquista de Irak.

En resumen, y en beneficio de las petroleras principalmente norteamericanas, la nueva legislación legaliza formatos que obligarán a Irak a cumplir contratos a largo plazo que pueden durar hasta 35 años, y dejará en manos de las corporaciones estadounidenses todo el proceso de extracción, comercialización y elaboración de la industria iraquí del petróleo.

El propio ministro iraquí del Petróleo acaba de decir a la agencia Reuters que 65 de los 80 campos petrolíferos conocidos sin explotar quedarán bajo control extranjero.

Según los especialistas, si la industria petrolífera se desarrollara hasta su pleno potencial de producción, podría producir seis millones de barriles al día y generar ingresos anuales de más de 130.000 millones de dólares, que irían a parar al bolsillo de las petroleras estadounidenses usufructuadoras de la conquista militar, que tienen prioridad en el reparto.

Todo lo enumerado sintéticamente más arriba, es apenas una "rápida descripción" del colosal negocio capitalista que mueve la conquista militar de Irak, que cualquiera puede profundizar investigando y procesando metodológicamente la información disponible en la red.

Luego de ingresar en los aspectos funcionales y en los fríos números de la ganancia capitalista de los actores económicos de la llamada "guerra de Irak", queda poco margen para hablar de otra cosa que no sea de una masacre programada por el capitalismo sionista estadounidense para hacer negocios con la conquista militar de Irak.

Volvamos al principio: ¿Para que sirven los 34.000 civiles muertos por año en Irak?

Les contesta el sionismo capitalista imperialista de Wall Street (patrón de Bush y los halcones): Para hacer negocios.

¿Quién dijo que Bush y los halcones fracasaron en Irak?


(*) Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica.

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