jueves, 27 de diciembre de 2007

Pakistán desata la tensión mundial


El asesinato de Benazir Bhutto beneficia a la "guerra contraterrorista" de Washington

27-Diciembre-07

Un simpatizante de la ex primera ministra de Pakistán Benazir Bhutto se lamenta por la muerte de sus compañeros después del ataque suicida en Rawalpindi, Pakistán, el jueves 27 de diciembre de 2007.

El asesinato este jueves de la ex primera ministra pakistaní, Benazir Bhutto, sucede (no por casualidad) en el marco de una alianza entre el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, y el de Afganistán, Hamid Karzai, para una guerra conjunta (bendecida por Washington) contra las operaciones "terroristas" de los talibanes y de Al Qaeda en ambos países fronterizos. La muerte de Bhutto en un atentado sucede cuanto Musharraf, su principal rival político, ya anudó un nuevo acuerdo con EEUU que le permitió continuar en el poder sin el control directo de las fuerzas armadas, que se encuentran al mando de un "leal" a la Casa Blanca. La desaparición de Bhutto, manejada originalmente como "alternativa democrática" frente al desgastado poder dictatorial de Musharraf, arroja nuevas sombras e incertidumbre sobre el destino inmediato de Pakistán, un gigante islámico con poder nuclear, que juega un papel clave y un rol de equilibrio en la estrategia del poder imperial de EEUU en la región. Todavía no están claras las motivaciones del asesinato ni la identidad de sus ejecutores, pero no hay ninguna duda de que el hecho beneficia y refuerza la argumentación de los planes de la "guerra contraterrorista" impulsados por la Casa Blanca en Pakistán y Afganistán. La sangre de Bhutto, en vida una política ambiciosa y sin escrúpulos, abona el terreno para que los halcones del Pentágono intervengan militarmente en Pakistán adosándolo al destino satélite de Afganistán. Como "beneficio secundario" para Washington, el crimen desgasta el poder de Musharraf y lo sitúa como el primer "sospechoso", una situación que favorece los planes de sustituirlo por una "cara nueva" y más maleable a los intereses de EEUU. Bhutto, una aliada incondicional del eje EEUU-Unión Europea, despeja y da sustento con su muerte al nuevo escenario con Pakistán en guerra militar abierta contra el "terrorismo islámico". Los bombardeos norteamericanos contra las poblaciones islámicas de la frontera de Pakistán con Afganistán, podrían ser su efecto más inmediato. Un objetivo en el que coinciden tanto demócratas como republicanos.

Informe especial
IAR Noticias

Benazir Bhutto durante una reunión de seguidores del PPP en Peshawar, Pakistán, el pasado 1 de diciembre

La ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto murió este jueves en un atentado perpetrado en la ciudad de Rawalpindi, vecina de Islamabad, que causó entre 15 y 25 muertos entre seguidores, los que habían acudido a uno de sus mítines, informaron fuentes oficiales y de su partido, según coinciden agencias internacionales.

Desde Islamabad, la corresponsal de la BBC Barbara Plett informó que la muerte de Bhutto fue confirmada por los médicos y la dirigencia de su organización política, el Partido del Pueblo de Pakistán (PPP).

Otras informaciones previas señalaban que la dirigente había sido trasladada a un hospital tras recibir heridas cuando se retiraba del encuentro político.

"Ha muerto como una mártir", dijo a Reuters el responsable del partido Rehman Malik.

Bhutto, de 54 años, murió en un hospital en Rawalpindi. El canal Ary-One Television dijo que falleció de un tiro en la cabeza y otras versiones señalaron que el disparo fue en la nuca.

La policía informó que un suicida, antes de inmolarse, disparó contra la líder opositora cuando estaba saliendo del lugar del mitin, celebrado en un parque, .

En octubre pasado, la líder política regresó a su país desde Dubai, tras un prolongado exilio de ocho años, para ponerse al frente del Partido del Pueblo de Pakistán de cara a las elecciones.

Aunque no tuvo un recibimiento tan multitudinario como hace 21 años, Bhutto afrontó peligros similares.

En medio de la caravana de bienvenida, el 18 de octubre, un suicida mató a casi 150 personas.

En 1986, un gran número de seguidores dio la bienvenida a Bhutto en su regreso al país para desafiar al dictador que había ejecutado a su padre, Zulfikar Ali Bhutto, siete años antes.

Bhutto se convirtió en la primera primer ministra del mundo musulmán cuando fue elegida en 1988 a los 35 años. Fue depuesta en 1990, reelegida en 1993 y derrocada nuevamente en 1996 en medio de acusaciones de corrupción y mala administración.

El Ministerio paquistaní de Interior confirmó el fallecimiento de Bhutto y aseguró que la líder del Partido Popular de Pakistán (PPP) murió a causa de la explosión, según la agencia estatal APP.

Sin embargo, según el consejero de seguridad de Bhutto, Reham Malik, la líder opositora falleció tras recibir disparos en el cuello poco antes de la explosión, que la Policía atribuyó a un terrorista suicida.

Aunque el portavoz de Interior, Javed Iqbal Cheema, dijo que la explosión causó 15 muertos y 24 heridos, Malik elevó las víctimas a 25 y 42, respectivamente.

Malik explicó que, al acabar su discurso, alguien disparó contra Bhutto, que era escoltada hasta su vehículo en el momento en que ocurrió la explosión.

El también ex primer ministro Nawaz Sharif se desplazó al centro médico, acordonado por las fuerzas de seguridad.
La líder del PPP, jefa de Gobierno en dos ocasiones durante la década de 1990, había regresado a suelo paquistaní tras ocho años de exilio hace sólo 71 días, el pasado 18 de octubre.

Tanto Estados Unidos como Rusia ya han "condenado" el ataque suicida contra Bhutto.

El miércoles el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, había dicho a su homólogo afgano Hamid Karzai, de visita en Islamabad, que el terrorismo islamista está "destruyendo" a los dos países, durante una conferencia de prensa conjunta.

El atentado y la muerte de Bhutto avalan el razonamiento de Musharraf, y reverdece la "guerra contraterrorista" de Washington.

Y como indica la lógica de los expertos, si se encuentra al "principal beneficiario" de un atentado, también se encuentra al autor del mismo.

Y el "principal beneficiario" de la muerte de Bhutto es Washington.

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